Este viernes pasado concluyeron las V Jornadas de SIG Libre de Girona 2011.
El interés técnico de esta edición justifica claramente el esfuerzo de acudir a este evento. No obstante, dejo a posibles compañeros la valoración técnica de las novedades, presentaciones y descubrimientos de esta edición.
Para mí, el principal interés en acudir a este evento consiste en la vertiente humana. Este año es la quinta vez que acudo a las Jornadas de SIG Libre de Girona, y ya desde la primera edición, todo lo que se movió alrededor del evento y sus presentaciones destacó sobre los conocimientos técnicos que todos compartimos.
Mi experiencia personal es que en el pasado, el lado humano de estas jornadas ha servido para la creación de una red de networking de gran utilidad. Ya en la primera edición se creó espontáneamente el germen del capítulo hispano-hablante de OSGeo, gracias a la iniciativa de Lorenzo Becchi y Luis Sevilla, y un grupo de personas que impulsamos la creación. Han surgido colaboraciones que luego han sido llevadas a la práctica en el mercado. Han surgido incluso relaciones que han acabado plasmadas en la creación de nuevos proyectos empresariales.
El ambiente típico de este evento es el de colaboración. Me encanta la definición de Nacho Varela, de Cartolab (ahora en la Xunta de Galicia), que más o menos es así: “en otros eventos se cuenta qué se ha hecho; en éste se cuenta cómo se hacen las cosas”.
Esta edición no ha sido la excepción. En primer lugar destaca, por encima de todo, el comité organizador. El SIGTE no tiene ninguna necesidad de impulsar año tras año este evento. Sin embargo, ahí están, una vez más, consiguiendo con éxito celebrar las Jornadas de SIG Libre de Girona.
Del SIGTE destaco su calidad humana. Da gusto tratar con ellos. En esta edición he tenido la ocasión de conocer mejor a Gemma Boix, su directora, y desvirtualizar a Rosa Olivella, con quienes hemos estado moviendo temas conjuntamente. Ambas comparten la imagen de buen ambiente que transmite todo el grupo del SIGTE.
Me gustaría destacar el lado humano de Lluís Vicens y Nuria Pérez, almas máter de este evento. Lluís se pasa todo el año pensando en el evento, y transmitiendo optimismo al resto del grupo, en años como éste en el que la crisis aparecía amenazante en el horizonte. De hecho, ya me confesó que está pensando en ponentes del año que viene. Disfruto particularmente con los entresijos de organización de ponentes “top”, como cuando consiguieron traer hace dos ediciones a Richard Stallman. Nuria sigue manteniendo y contagiando la felicidad, a pesar de los múltiples problemas que Murphy se pueda encargar de crear.
Las conversaciones de pasillo valen su peso en oro. Las demos en vivo en un portátil, teléfono o tablet en cualquier rincón son, simplemente, únicas.
El poder compartir con asistentes de otros años las experiencias, penas y alegrías del último año, aportan tanto o más valor, que las interesantes sesiones técnicas.
Y ¡cómo no! las sesiones post-congreso en forma de cena o cerveceo, siguen aportando valor, información y relaciones de forma única. Aunque sólo sea una muestra, un vistazo al hash tag #siglibre2011 da cuenta de lo que se mueve fuera de horas de programa.
En resumen, que el lado humano de estas Jornadas y el contacto personal son insustituibles, y justifican ampliamente la asistencia al evento.
Hasta el año que viene