Hace casi dos años Miguel Montesinos hablaba sobre las luces y sombras del programa Galileo tras unas jornadas que se realizaron en Valencia. Ayer, de nuevo exactamente en el mismo auditorio Santiago Grisolía de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia, pero esta vez en una conferencia enmarcada en las actividades relacionadas con la Astronomía que la CAC viene realizando desde hace tiempo, tuvo lugar una conferencia sobre el programa Galileo y sus aplicaciones.
El ponente era Javier Ventura-Traveset, anteriormente jefe de ingeniería del programa EGNOS y actualmente es jefe de la Oficina de Comunicación y Educación del Centro Europeo de Astronomía Espacial (ESAC) que la ESA tiene en España (CV de Javier en PDF).
La conferencia estaba bien dirigida a un publico generalista, por lo tanto con un nivel técnico bastante bajo aunque explicó perfectamente en qué consisten los sistemas de navegación por satélite, las principales diferencias entre GPS, GLONASS y GALILEO, así como sus campos de aplicación.
Entrando ya en Galileo y al motivo de mi post es sobre todo porque parece que el futuro del sistema se va despejando de dudas y parece este mismo año empezarán a lanzarse satélites de la que será la constelación operativa. Los satélites GIOVE que se lanzaron en 2005 y 2008 estaban destinados a temas de testeo. De aquí a 2014 se lanzarán 18 satélites, momento en el que se podrá empezar a utilizar el sistema, aunque tendrá carencias de cobertura, ya que no se alcanzarán los 30 satélites que forman el sistema Galileo completo hasta 2019.
Es decir, a partir de 2014 podremos empezar a usar Galileo, aunque supongo que si no se utiliza conjuntamente con GPS o GLONASS no será muy operativo, pero gradualmente durante los cinco años siguientes, se irán lanzando los 12 satélites restantes, en lanzamientos sucesivos más o menos cada seis meses.
Otro punto interesante que comentó es acerca del resurgimiento del sistema ruso GLONASS. Este sistema estuvo completamente operativo a mediados de los noventa , pero debido a la corta vida útil de sus satélites (de unos 3 o 4 años) y a la falta de recursos, llegó a quedarse con apenas 6 satélites en 2001. Pues bien, parece que la apuesta por el sistema por el gobierno ruso es ya total, y parece que durante este año volverá a recuperar el estatus de completamente operativo, y de hecho, los nuevos satélites sin perder compatibilidad con los anteriores, van a utilizar una tecnología de transmisión similar a la utilizada por GPS. Esto significará que será mucho más fácil diseñar receptores que trabajen con ambas constelaciones, punto clave para el mercado de la navegación.
También hablo bastante de EGNOS, el sistema de aumentación y de corrección de la señal GPS, y me quedo con la noticia (ya apuntada en las jornadas de hace dos años) de que EGNOS se ha certificado como válido para su uso en aviación civil. Esto significa que los aeropuertos podrán ofrecer aproximaciones utilizando este sistema, de forma alternativa al tradicional ILS, permitiendo aproximaciones más eficientes y que mejorarán la calidad de vida de los vecinos de los aeropuertos, además de aumentar la seguridad en muchos de ellos.
Ya para acabar Javier entró en cómo Galileo podrá ser utilizado en la industria y en la sociedad en general, no sólo en navegadores personales o en vehículos, sino también en otros muchos ámbitos, saliendo incluso fuera del campo de la navegación, ya que gracias a Galileo vamos a tener un sistema de referencia temporal tremendamente preciso que podrá usarse en aplicaciones tan distantes de la navegación como la banca. Los relojes atómicos que tienen los satélites del sistema Galileo son un orden de magnitud mejor que los de GPS y por dar una cifra, atrasan o adelantan un segundo cada tres millones de años.
En fin, fue una amena charla de apenas una hora, pero me sirvió para tener una idea más clara de los tiempos y plazos que se manejan en el programa y de los diferentes programas que se están abordando en el mundo en este campo. Solo nos falta esperar que no se atrase más su puesta en marcha o entre GLONASS y el sistema chino COMPASS, Galileo perderá algo de fuelle en este mercado aparentemente tan competitivo en los próximos años.